Un
frío día de invierno intenté navegar por una oscura marea,
Y
la imagen de una persona que de la nada apareció enfrente me recordó
Que
no estoy sola. Al tiempo que esa persona se acercaba a mí,
En
mi cabeza empezó a sonar una dulce melodía que me hizo olvidar
El
frío invierno. Cuando se acercó completamente,
Me
abrazó y me susurró que no debía tener miedo.
Sus
palabras, a pesar de que fueron tan cortas habían inspirado una seguridad que
se apoderaba de mí, haciéndome olvidar de todo.
En
ese momento acepté que nadie había estado allí,
Que
la simplicidad de las cosas me llevó a crear
Ese
personaje. En realidad era yo quien había
Convertido
a la soledad en un compañero de aventura,
Que
estuviera siempre a mi lado a pesar de cualquier cosa.
Los
recuerdos y el olvido después de haber perdido
A
esa persona real, habían visitado mi mente,
Me
reclamaban y me acusaban por dejarla marchar.
Pero
la seguridad que había adquirido hace un momento
Me
hizo responder que debía respetar la decisión de marcharse y que ahora estaba a
punto de empezar un nuevo camino,
En el que yo sería la
protagonista de mi destino.
Tus palabras me dan fuerza para seguir con mi camino...me siento igual...idénticos sentimientos en dos almas diferentes...gracias cielo, escribes con gran sensibilidad, besitos con mucha ternura.
ResponderEliminarPD: espero que puedas pasarte por mi morada, te espero....
Gracias, me alegra poder provocar eso en quien lee mis escritos, y claro que me paso por tu morada, escribes mezclando tantos sentimientos que provocas una explosión de emociones. Cuídate, un beso.
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