Allí
me encuentro,
Ante
la majestuosidad del mar,
Con
sus aguas cristalinas pero a la vez tan asesinas.
Siento
cómo el viento
Sopla
mis prendas, le veo atravesar el paisaje,
Qué
libre es de ir a donde quiera.
Veo
como juega con el agua,
Formando
olas pequeñas que siguen avanzando,
La
luz del sol se refleja ofreciendo unos magníficos destellos de luz,
Es
este el rostro de la naturaleza que a diario ignoramos
Por
dedicar tiempo a otras cosas que no brindan la misma paz interior.
Que
aunque dicen hacerlo,
No
dejan de ser más que palabras que se quedan sin fundamentos.
Mis
pensamientos revoletean como mariposas en un jardín,
Quieren
olvidarse de que todo tiene un fin,
Apreciar
el maravilloso horizonte en el que se oculta el sol
Mientras
va dejando consigo un extraordinario espectáculo.
El
viento sigue allí al igual que yo,
Esperando
iluminar mi camino de vuelta a la realidad,
Luna
llena que con su luz plateada resplandece noche a noche,
Brilla
el sendero de mi regreso a casa
Irrádiame
con tu luz, haz que por una sola noche sea parte de ti.
A veces nos hacen falta esos momentos de paz y de conexión con la naturaleza, has escrito un texto de increíble belleza...me has transmitido mucha paz, gracias cielo eres una excelente escritora...besitosss con mi cariño y agradezco mucho tus visitas...
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