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¿Qué puedo
hacer cuando la cobardía se apodera de mí?
Siento unas
cadenas atadas a mi cuerpo,
A mi mente,
a mi voluntad,
Me siento
impotente a tantas cosas.
Pasa el
tiempo, y esas cadenas toman
Cada vez
más fuerza, están adquiriendo óxido,
Pero no se
debilitan, permanecen allí.
Como si
fuera poco me encuentro en un ambiente
Poco agradable,
y siento como si una fuerza
Me
impulsara, me impulsara a vivir así, algo llamado
RESIGNACIÓN.
Pero por
seguir esta voz, he llegado a un abismo,
Donde hay una gruesa y espesa lava corriendo,
Destruyendo
todo a su paso. Un paso más, y pronto
seré CENIZAS.
No es lo
que busco,
Allí llegan
todos los que no pueden con esas cadenas.
Y no quiero
ser una más del montón.
Pero
mientras no haga nada para evitarlo, con sólo un paso en falso,
Habré
tenido una existencia sin sentido alguno.
Mi cuerpo
se siente débil, mi alma aún más,
Siento
ganas de llorar, de gritar, pero estoy sola,
Siempre lo
he estado, aunque prefiera engañarme pensando lo contrario,
Debo
soltarlas sin ayuda, pero al intentarlo caigo de rodillas, y veo como lágrimas
que se desbordan se esparcen sobre el suelo,
Pero me
hacen más vulnerable al dolor,
No cambio
nada con hacerlo, sólo mostrar mi debilidad,
¿Esto es lo
que quiero?
Me pregunto
una y mil veces, y la respuesta siempre es la misma.
NO, no es
lo que estás buscando, es lo que otros quieren que busques,
LIBÉRATE,
CONOCES EL CAMINO,
Sólo te falta vencer esa
cobardía que invadió tu espacio