La
luna el sol opacó,
Una
estrella en el cielo brilló,
Y
un ángel de él descendió.
Ya
no había escapatoria,
La verdad
había sido revelada,
Aunque
muchos la consideraran contradictoria,
Todo
indicaba que era momento de la llegada.
Las
campanas sonaron nuevamente,
Din
dan tintineaban una y otra vez,
Atemorizando
a sus habitantes,
Por
la llegada de tan hermosos ángeles.
Los
árboles dejaron sus hojas caer,
Los
niños dejaron de jugar al atardecer,
Un
silencio asechó al anochecer,
Y
todos se indagaban sin encontrar un porqué,
Pero
finalmente, el momento estaba por acontecer.
La
batalla inició,
Ángeles
y demonios
Cuerpo
a cuerpo fueron enfrentados
En
aquella villa que un día encontraron.
Las
campanas sonaron,
Las
golondrinas volaron,
Los
transeúntes pasaron,
Y
aquella tarde de otoño todos olvidaron.