Que sólo sería un juego entre amigos,
Que nadie tendría por qué enterarse,
Que las corrientes de las aguas ocultarían todo lo sucedido,
Y aquí estoy, pudriéndome en un espacio de 4 m2
Viendo pasar los días,
Atormentándome a diario por la muerte de aquel personaje,
Su familia destruida, agobiada
Desconcertada, desplegando un odio en su aura…
Dijeron que sería un juego,
Que no pasaría nada…
El precio de saciar mi curiosidad
De querer saber qué se sentía el asesinar a alguien,
De halar el gatillo ante las súplicas de ese ser,
De ver cómo mendigaba y se apegaba a dios pidiendo piedad…
Fue demasiado alto…
Más que una condena en prisión,
Me condené a un tormento por el resto de mis días
Recordando aquellas plegarias,
Pero disfrutando los escasos segundos de sonrisa que mis labios brotaron
Ante aquella escena…
Tal vez es cierto, el bien y el mal tienen el mismo rostro.