El verdadero precio de la sabiduría

Siento impotencia,

Por no tener la fuerza suficiente

Para jugar el juego en el que seres conscientes

Empezaron por ir en busca de poder y sabiduría.

Me siento inútil,

Porque soy una más del montón,

Ahora comprendo que no es suficiente con querer salir de allí,

Si me quedó grande mi propia voluntad adquirir.

Maldita sociedad,

Se refugia en cualquier excusa,

Sintiendo esa necesidad de creer en un dios supremo,

Sólo porque no son capaces de controlar sus propios pensamientos.

Sabiduría,

Quién ha dicho que es fácil de ganar,

Tiene un alto costo,  es un plato  exquisito

Para quienes tienen hambre de conocimiento,

Y por el que estarían dispuestos a pagar cualquier precio,

Incluso, el alma propia de un cuerpo.

Incertidumbre de lo que pueda suceder,

Resultados inmediatos,

Aun sacrificando gente ignorante,

Con sueños de salir de una mente inerte.

Robando sus conocimientos,

Devorando su esencia,

¿En qué terminará esta guerra?

Excitación,

Euforia ante el poder fácil,

Nadie importa más que si mismo,

No cuenta el trabajo de otros,

O cuánto se esfuercen por cumplir sus objetivos,

Sólo cuenta, cómo consigues sobrevivir

En medio de una cadena alimenticia,

Donde sólo el más fuerte mantiene su poder.

Recuerda que ante las adversidades

Se recomienda cerrar los ojos

Y seguir viviendo como si nada ocurriera.

 Tan bajo ha caído el ser humano,

Que hasta este punto ha llegado.

Si se creó esta raza,

No creo que fuera simplemente para que sobrevivieran,

La razón de estar aquí es para trascender,

Pero en cambio nos vendan los ojos

Y nos hacen creer que todo lo que sucede es por obra de un dios,

Y que ahora nos enfrentamos a su ira.

Aunque no me extraña,

Es posible seguir cayendo,

El ser humano rara vez toca fondo,

Y si lo hace toma impulso para mantenerse allí,

  

 Esa cobardía, ese miedo,

Le impide volver a la superficie,

Sacar su cabeza del pantano,

Si fue dios quien nos creó,

No considero que lo haya hecho

Para tener ese pensamiento,

Aunque si fuimos su experimento,

Debe estar enojado porque hay quienes

Se salieron de su vientre.

¿Qué es la vida, un juego de máscaras?

La vida es un juego de máscaras, para cada encuentro se usa una máscara diferente, siempre llamativa, siempre impactante, siempre mostrando lo que no se es, tantos momentos, tantas personas, tantos disfraces... El ser humano se vuelve experto en cambiar entre una y otra, en saber cuál y cuándo utilizarlas... Pero  cuidado, puede perder el verdadero rostro  y vivir de máscara en máscara por el resto de la vida...

Naturaleza vampirezca

 Sientes el olor de la sangre

A tantos kilómetros de distancia,

Tu naturaleza no te engaña,

Es momento de saciar tu necesidad.

Encuentras a tu víctima,

La inmovilizas con una frívola mirada,

Ella intenta escapar pero al piso se siente atada,

Sin bajarle la mirada te acercas lenta y sigilosamente.

Finalmente te encuentras frente a frente,

La abrazas con tus alas,

Sonríes enseñándole tus enormes colmillos,

Percibes en su rostro el miedo, quiere gritar, quiere llorar,

Notas como lanza al viento sollozos,

Le dices que haga silencio,

El resto de mortales no podrán encontrarla

Porque tus alas silencian aquellos gritos.

Te acercas a su cuello e inhalas el olor

Que proviene de allí,

Notas que con el temor de tu víctima,

Sus venas se hacen más gruesas,

Más tentativas,

Hueles su cabello,

Bajas tu rostro hasta su desnudo cuello,

Clavas tus colmillos

Sientes romper cada vena, cada arteria,

Te excita que tu víctima luche por su patética vida,

Hasta que deja de hacerlo,

Decides imitarla,

No puedes seguir bebiendo cuando su corazón

Ha dejado de latir,

No piensas invitar a la muerte a tu morada.

Hambre de mi esencia sed de mi sangre

 

Bebe mi sangre y sacia tu sed,

Te pregunté qué eres,

Y una sonrisa brotó de tu ser.

Entra en mi mente,

Lee mis pensamientos,

Conoce lo que pienso,

Hazlo, sólo si puedes.

Ya sé lo que quieres,

Quieres mi alma,

Porque aún pura se conserva.

Tienes hambre de mi esencia,

Y sed  de mi sangre,

Come y bebe si eso te satisface.

Pero mientras lo consigues,

Sólo confórmate con saborear,

Ésta alma que aún no puedes devorar,

Y esta sangre que no has de beber.

Cierra los ojos,

Imagina el sabor en tu paladar

Recórrelo por todos tus dientes,

Y después bajando por el esófago,

Mientras tu lengua limpia lo que quedó en tus labios.

Aún no lo consigues,

No sé que pase cuando lo hagas,

¿Me dejarás vivir?

¿Aun cuando tengas tanta hambre y tanta sed?

Dices que sí,

Pero, no confío del todo en tu apetito,

Sólo es cuestión de conseguir el permiso

Para ingresar y romper el hechizo

Y poner fin a tan largo martirio.

Sananvasca*

Orgullo y Obviedad

Sólo tenías que decir lo siento,

Y la herida que provocaste sanaría por sí sola.

Sólo tenías que decir te necesito,

Y podría quedarme el día entero contigo.

Sólo tenías que decir apóyame,

Y hubiera dado todo para darte fortaleza.

Sólo tenías que decir no te marches,

Y yo habría olvidado todo y decidir quedarme.

Sólo tenías que decir te quiero,

Y a mi soledad la habría hecho partir lejos.

 

Sólo tenías que decir que querías vivir,

Y te hubiera entregado lo que fuera para que pudieras seguir.

Era muy sencillo lo que tenías que hacer,

Pero cometiste dos de los peores pecados del ser humano,

El orgullo y la obviedad,

Me agradó conocerte, pero ahora veo que no somos parte de nosotros, vive en tu eterna soledad.

Humanos Parásitos

Odiamos a los parásitos

Pero en alguna ocasión lo hemos sido,

Cuando tenemos pereza física y mental

Y esperamos a que alguien haga

Las cosas por nosotros,

Y después pedirlo como favor para disimular la desfachatez.

Cuando dependemos de otro

                                       Para tomar cualquier decisión.

Cuando queremos hacer las cosas igual

Que otra persona por temor a que si las hago diferentes

No me salgan igual de bien.

Cuando alimentamos nuestro morbo

Con las desgracias de otros diciendo,

“Menos mal no soy yo”.

Cuando estamos deprimidos

Y absorbemos la felicidad de alguien

Convirtiéndolo en un cuerpo andante.

Cuando nos refugiamos en cualquier excusa

Para no pensar por nosotros mismos.

 Odiamos a los parásitos,       

Pero en algún momento de nuestras vidas nos convertimos en uno de ellos,

Los alimentamos culpando
 a los demás de serlo,

Y no aceptar en lo que nos estamos convirtiendo.

De tanto odiarlos

Ahora formamos parte de ellos.

No sé si me pasé, o si hiera a alguien que llegue a leer esto.... Sólo que me costó aceptar que yo también en algún momento pasé por esto, tal vez por eso generalicé, porque el paso más difícil es reconocerlo. Igual aquí estoy, desahogando mis pensamientos en un escrito. Saludos.

Frustración

Siento un poco de frustración,  

Tal vez sea una exageración,

Pero duele el saber que cuando dices algo con sentimiento

Es pasado por alto,

Pero cuando dices algo con un contenido hiriente,

Te reprochan hasta la última letra.

Qué curioso es el ser humano,

pero así es su naturaleza,

inteligente para algunas cosas,

pero demasiado terco para otras.

¿Que la vida no es justa?

Sí, lo sé, lo he vivido y lo he escuchado muchas veces,

pero qué más da, ese es el juego en el que decidimos entrar

y en el que debemos luchar para salir de una masa estúpidamente superficial.

Sigo sintiendo frustración,

pero odio la perfección,

tal vez solo necesite encontrar un equilibrio a mi condición,

lo demás será como un vaivén hasta que vuelva a brillar la luz del sol.