lunes, 7 de noviembre de 2011

Sale mi verdadero yo...

Cierro los ojos,
Ahora me encuentro en un caótico bosque,
Sombras merodeando en busca de miedos para alimentarse,
Y allí estoy yo,
Con el corazón latiendo a mil contracciones por minuto.

Salgo corriendo, pero adelante me encuentro un lobo, 
Veo esa mirada atemorizante,
Su hocico mostrando sus enormes dientes,
Y su ansia de comer carne fresca,
Intento retroceder pero detrás de mí hay un hermoso leopardo,
Pero con un hambre insaciable de días atrasados.

Me encuentro acorralada,
La sombra huele el miedo que desprendo,  y llega a donde estoy,
Estoy perdida, es mi fin.

Vuelvo a cerrar los ojos
Y al abrirlos tengo en mis manos la espada de la voluntad,
La he obtenido por reunir mis temores,
Y llegar hasta ese sitio para enfrentarlos.
Ellos intentan escapar,
Pero la luz que irradia la daga los inmoviliza,
Es el momento de terminar con ellos,
Es el momento de escribir un final a este capítulo.

Me siento como si hubiera bebido la cicuta,
Me siento en un vacío profundo,
Pero me siento lista para abrir la puerta
Que termine con esta pesadilla,
Es momento de abrir los ojos.

La noche asecha,
La tormenta se avecina,
Pero ya me encuentro más tranquila,
Porque he encontrado la paz a mi vida,
Aunque eso conlleve pagar el precio de la soledad... No habrán máscaras, no habrán disfraces,  nadie vivirá mi vida más que yo, no habrá afán de agradarle a la gente porque simplemente voy a mostrar el rostro que por mucho tiempo he tenido dormido y dormiré el que por tanto tiempo he mostrado, uno cuya sonrisa yace a pesar de que por dentro se arruga de tanta  amargura.

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